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Arranca el Llevant de Danvila

BOMBEJA AGUSTINET! — Columna 632 — Felip Bens


© Llevant UD


Más allá de la gestión económica, es evidente el cambio en la toma de decisiones deportivas. Las primeras generan dudas.


Aquí lo leyeron primero, hace más de un mes. El 1 de junio, concretamente. Calero es un fichaje de Danvila, que buscaba un cómplice para trasladar al césped su forma de entender la gestión de un club de fútbol, desde la exigencia y el compromiso. Puede salir bien o mal, pero el aviso a navegantes es evidente, después de unas temporadas en las que imperó la indolencia. También leyeron aquí primero que Danvila no representaba una opción continuista de Quico Catalán. Hoy parece que ya nadie alberga dudas al respecto, pero en aquel momento se me acusó de no sé cuántas estupideces.


Ha arrancado la pretemporada del Llevant de Danvila, con el equipo por hacer aún, con unas cuantas salidas y entradas pendientes de ejecutarse; con una gestión diferente a la de Quico, especialmente la de sus últimos años, y que tratará de recuperar la austeridad, en todos los ámbitos del club. 


No hay que perder de vista que a Quico no le condenó su gestión económica, pese a la deuda, sino la concatenación de decisiones equivocadas en el ámbito deportivo. Y al no entrar la pelotita sobrevino el divorcio con la grada, emergió el descontrol económico, quedó al descubierto que los desmanes de los últimos años trataron de restañarse apostando a todo o nada, una situación resuelta de forma cruel y cuasi cinematográfica con el penalti de Villalibre.


El fútbol es un negocio muy complejo. Por eso son pocos los que triunfan. De todo lo que veo de Danvila, me da miedo que las decisiones deportivas lastren su proyecto y su ilusión. La campaña pasada representó un fracaso catastrófico, en parte por culpa suya: mantener a Calleja y consentir la boutade de Miñambres fueron dos errores groseros. El resultado, pese al apoyo incondicional de la grada, fue quedar fuera del ascenso… y hasta del playoff.  Sirva de atenuante que acababa de aterrizar, pero en el fútbol los reflejos son fundamentales. Hay que prever las crisis y buscar las soluciones antes de que se manifiesten. Hay que tener bien presentes los errores. Es la mejor forma de aprender y no repetirlos.


••• De momento, las cuatro principales decisiones deportivas de Danvila generan dudas: me gusta la llegada de Iborra y que a Miñambres se le haya privado de competencias (esto también lo leyeron aquí primero), pero no me apasiona Calero. Entiendo lo que se pretende, pero un proyecto de ascenso requería otro perfil. Es un motivador capaz de sacar lo mejor de grupos al límite, pero su rendimiento es una incógnita cuando el objetivo no es otro que volver a Primera. Ojalá nos cierre la boca a quienes albergamos dudas. Ojalá nos la cierre con esa oratoria de sobre de azúcar que tanto gusta. Seremos los primeros en celebrarlo.


••• La llegada de Morales, por último, genera una profunda división en la grada, sienta un precedente peligroso, no está en sintonía con los valores que se quieren implantar y ni siquiera se antoja una gran apuesta desde un criterio estrictamente deportivo. Cumplirá 37 años en un par de semanas y ha firmado dos de contrato. Una temeridad. Si acaba marcando quince goles y dando siete asistencias este año, supongo que todos haremos de tripas, corazón y encajaremos su alta traición al levantinismo. Yo no creo que suceda. Y, además, el blanqueo que el club ha hecho de su llegada, sin mostrar atisbo de disculpa, es literalmente un insulto a la inteligencia del levantino.


Cuando las cosas están realmente complicadas, después de tres años terribles, quizá lo mejor es optar por apuestas más seguras. Sí, podría salir bien, pero ¿por qué asumir riesgos? ¿Por qué generar desestabilización social?


••• A Danvila le urgen dos tipos de personas a su alrededor: que entiendan de fútbol y que escuchen a la grada. Para lo segundo ha puesto en marcha un consejo consultivo. Para lo primero espero que encuentre tiempo para almorzar, al menos una vez por semana, con granotes que sepan de esto. De poco servirán todos los esfuerzos económicos y empresariales si no se acierta con la faceta deportiva. Y está más que demostrado que las torres de marfil son nefastas para este menester.


14.000 abonados y subiendo. 


Espectacular la respuesta del levantinismo a la campaña de abonos pese a los últimos tres años, empalmando decepción tras decepción. Confiemos que la presentación de Iborra disparará las cifras por encima del curso pasado.


Felip Bens (El Cabanyal 1969 — @FelipBens) és escriptor i periodiste. Té publicades les novel·les Toronto i El cas Forlati i altres llibres com 110 històries del Llevant UD, Dones e altri, València al mar, Historia del Llevant UD (4 volums, junt a José Luis García Nieves) o La cuina del Cabanyal (amb Marisa Villalba).








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