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Contra el Almería y contra nosotros mismos


© La Liga


BOMBEJA AGUSTINET! — Columna 641 — Felip Bens


El Almería es un gigante dormido, pero este Llevant no es inferior a nadie, pese a la derrota en la Romareda.


Llegó la primera derrota en la Romareda. Y dolió, por inesperada, por inmerecida. El Llevant pudo irse al descanso con un marcador de escándalo. Generó fútbol y ocasiones para ello. Perdonó. Quien perdona, la paga. Eso es así. Es más viejo que el hilo negro. 


••• ¿Error de Lozano? En la segunda mitad, el Zaragoza dominó sin apenas peligro, pero se llevó la victoria. Lozano perdió un balón en ataque. Es lo que les sucede a los futbolistas que intentan crear superioridades para que algún compañero pueda mirar a los ojos al portero rival. El problema no fue ese –aunque algunos señalen al de Nazaret–. El equipo no supo hacer la transición defensiva, no acertó a frenar la contra. En el 70’ Calero había sacado a Oriol Rey del césped. Nadie entendió muy bien por qué. No quiero pensar que la decisión obedezca a jerarquías del vestuario que lastren al equipo, como que Pablo sea intocable. Pero era él quien había desaparecido en la segunda mitad. Blanco y en botella. 


••• El peaje de Calero. El árbitro pita dentro algo que es fuera, el delantero falla solo ante el portero, el entrenador se equivoca en un planteamiento. Esto es fútbol. No hay fútbol sin errores. Forma parte del juego. Y lo entendemos todos. O casi todos. Calero se equivocó con los cambios. Es un error humano. Lo otro, no: debe liberarse de esos equilibrios, que no son más que un peaje que él no tiene por qué pagar. Está haciendo un buen trabajo. Ningún rival ha sido superior al Llevant y objetivamente merecemos más puntos de los que llevamos (Eibar, Cádiz, Zaragoza…). Estamos en la senda y tenemos un equipazo, pero deben jugar los mejores, sin mirar nombres ni fichas ni otros condicionantes. Es fácil de decir y difícil de hacer, pero Calero deberá, además, sacar lo mejor de cada futbolista, explotar todo el potencial. Una de las claves de los equipos exitosos pasa porque muchos de sus integrantes estén en un momento dulce de sus carreras.


••• Guardar las espaldas. Otra consideración: los equipos que tienen mucho talento en la parte ofensiva deben ser especialmente cuidadosos con guardar las espaldas. La tentación es irse arriba y descuidarlas. Es normal. Si Andrés García y Pampín van a ser dos carrileros de largo recorrido, como parece evidente, habrá que afinar un sistema de coberturas que dé garantías a Andrés Fernández. Este ha sido uno de los talones de Aquiles del equipo hasta el momento. Oriol Rey es muy bueno, pero aún no es Valverde ni Busquets, como para dejarlo solo en la contención y meter en el once a cinco futbolistas sin apenas recursos defensivos, a los que se suman dos laterales ofensivos. Por otra parte, no parece práctico que Andrés y Pampín lleguen a la línea de fondo si no hay rematador, si cerca del área solo hay futbolistas de toque y elaboración. En realidad, sí hay rematador, con un potencial enorme, pero hasta la fecha ha sumado 45 minutos en tres partidos. Se llama Espí. Un ariete poderoso, además, abre otras posibilidades porque obliga a tener a dos centrales pendientes de él. 


El Almería de Rubi llega tocado. Pero es un gigante dormido. No estará Marc Pubill, pero sí Melero. Y también Melamed, Luis Suárez o Baptistao. El asunto de las transiciones defensivas, que hemos analizado, será más importante que nunca. Es un reto considerable, pero no hay ascenso sin Orriols convertido en un fortín. Y este Llevant no es inferior a nadie.


Felip Bens (El Cabanyal 1969 — @FelipBens) és escriptor i periodiste. Té publicades les novel·les Toronto i El cas Forlati i altres llibres com 110 històries del Llevant UD, Dones e altri, València al mar, Historia del Llevant UD (4 volums, junt a José Luis García Nieves) o La cuina del Cabanyal (amb Marisa Villalba).

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