BOMBEJA AGUSTINET! — Columna 625 — Felip Bens
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El Amorebieta sólo puede vencer en Orriols si tiene más intensidad e ilusión. Y eso no puede suceder.
••• Sin goles no hay paraíso. No hay ascenso, vaya. Y el Llevant no tiene un goleador de referencia, cuando faltan ocho jornadas para acabar la Liga regular, con todas las opciones de ascenso más vivas que nunca. Fabricio estaba llamado a serlo, pero está negado para el gol. Genera mucho pero no marca. Miñambres le explicó que debía mirarse en el espejo de Vinicius, que fallaba goles cantados al llegar al Bernabeu. Bien traído. Su margen de mejora es enorme. Ante el Zaragoza tuvo algunas clarísimas. Le faltó definir. Anotar da un plus de confianza, claro. En esas están también Gómez y Bouldini. Cantero ni eso, sin minutos. Mientras tanto, Brugué hace los deberes por todos, más que de sobra, pero sabemos que no será suficiente, que otros deben sumarse. Estamos asistiendo a una paradoja tremenda: cada domingo, con sus decisiones, Miñambres deja en evidencia a Calleja. Y de esta manera, aún cuesta más comprender por qué demonios tardó tantísimo en ver que con él era imposible soñar.
••• Miñambres hace muchas cosas bien, pero no es infalible. Ante el Zaragoza, sus cambios tardíos desesperaron a la grada y estuvieron a punto de costar dos puntos. Desde que regresó de su lesión, Pablo Martínez no ha vuelto a ser el mismo. Primero parecía que tenía miedo a recaer y no metía el pie. Desde luego no le han sentado bien los cantos de sirena. Ha reducido considerablemente su intensidad, su radio de acción y se ha refugiado en el balón parado. Miñambres debe enderezarlo para que vuelva por sus fueros, porque han menguado las virtudes que nos hicieron pensar que teníamos un todocampista superlativo. Los maños se lo comieron en la medular, en la segunda mitad. Con la salida de Kocho todo cambió… en el minuto 75. El Llevant recuperó entonces el centro del terreno de juego, la iniciativa y el dominio. Y volvió a generar opciones. Dela, con su chufo, resolvió el problema y llevó Orriols a otra dimensión. Se venció la primera final.
••• El sábado llega la segunda final y todos tenemos en mente dos partidos: Ibiza y Andorra. Algo así no puede repetirse frente al Amorebieta. Aparten el discurso del buenismo y el respeto. Hay que comérselos. Tienen una plantilla inferior. Muy inferior, me atrevería a decir, pese a contar con un guardameta de lujo. Solo pueden plantarnos cara si nos ganan en intensidad e ilusión. Y eso no puede suceder de ninguna manera. Miñambres no lo debe consentir. Hay que marcar pronto y ponerse el cuchillo entre los dientes para anotar el segundo, el tercero… durante 90 minutos de ambición e iniciativa, de determinación, de carácter de equipo grande. Es un partido para reconciliar a nuestros delanteros con el gol, y para acongojar al Sardinero una semana antes de viajar.
Felip Bens (El Cabanyal 1969 — @FelipBens) és escriptor i periodiste. Té publicades les novel·les Toronto i El cas Forlati i altres llibres com 110 històries del Llevant UD, Dones e altri, València al mar, Historia del Llevant UD (4 volums, junt a José Luis García Nieves) o La cuina del Cabanyal (amb Marisa Villalba).
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